La etapa de los por qué, sin duda es una de las fases que viven todos los niños, hacen una pregunta y los padres se esfuerzan por darle la mejor respuesta, pero luego viene la típica frase: y ¿por qué? Es en este momento donde los padres no entienden qué hacer.
Son demasiadas las preguntas que pueden hacer los niños en un minuto y lo más curioso de la etapa del por qué es que genera dudas, más que todo en los padres, ya que no saben qué tanto deben decir y si es normal que el niño haga tantas preguntas, pero esto es totalmente normal.
Se encuentran en una etapa absolutamente normal
Un psicólogo especialista en estudio infantil, llamado Paul Harris, realizó un estudio que arrojó que los niños de entre tres a cinco años de edad pueden llegar a realizar alrededor de cuarenta mil preguntas en total.
Cuando los niños son pequeños exploran el mundo a través de sus sentidos, estos le permiten descubrir nuevas sensaciones. A partir de los tres años, los niños tienen un mejor entendimiento y comienzan a hacer preguntas utilizando el por qué, cómo, cuándo y dónde.
Es en esta etapa cuando los niños están asentando su lenguaje y quieren cada vez más conocimientos. Quieren poder entender el mundo y todo lo que los rodea, es por eso que, ésta etapa es muy importante y los padres juegan un papel fundamental.
Los padres tienen un papel importantísimo en esta etapa
¿Cómo atender de la mejor manera la etapa de los por qué?
- Respuestas naturales: Contestar de forma natural sin tanto tecnicismo, adaptando las palabras a la edad y entendimiento del pequeño, empleando información clara y sencilla, pero sin usar diminutivos y palabras inventadas.
- No ridiculizarlo: Aunque la pregunta sea muy descabellada y te de risa no debes hacerle ver que te ríes de él o ella, ya que cada pregunta es muy importante y no existen las preguntas tontas y extrañas, está tratando de comprender y organizar su mundo.
- Estar siempre dispuesto a escuchar: No siempre se tiene tiempo para responder sus preguntas, pero es importante que se le explique por qué no puede obtener la respuesta en ese momento y que luego podrán continuar con las explicaciones.
- No hay tema del que no se puede hablar: No se debe evitar ningún tema, ya que evadirlo puede traer respuestas negativas, es mejor dar información apropiada para la edad del niño y así no sentirá que le ocultan algo y no buscará información dónde no debe.
Si pregunta es porque tiene dudas o quiere/necesita saber. No se le debe negar una respuesta
- No se debe creer que el niño hace preguntas para la llamar la atención, aunque así lo parezca, el pequeño está en pleno desarrollo y necesita conocimiento, por eso siempre debe dársele una respuesta.
- Puede contestarle al pequeño una pregunta con otra, tales como: ¿Qué crees tú? ¿Para qué crees que sirve? Esto hará sentir bien al chico porque creerá que sabe muchas cosas y que sus pensamientos y opiniones son muy importantes y fomentará su autoestima.
¿Y si no sé qué contestar?
Estudios afirman que 9 de cada 10 madres buscan en internet para poder contestar a las preguntas de sus hijos, así que, si no saben qué contestar no se preocupen admitan antes sus hijos que desconocen sobre el tema y anímalo a que investiguen juntos para aprender más.
La etapa de los por qué tienen muchas ventajas, por ejemplo:
- Permite relacionarse más con los pequeños y conocerse mejor.
- Ayuda a impulsar la curiosidad del pequeño.
- El padre puede servir como guía en su proceso de aprendizaje.
- Da la oportunidad de hablar sobre temas que pueden parecer difíciles.
- Puede conocer nuevas palabras y aprender nuevos conceptos.
- Si el niño es escuchado y se le da la atención merecida a cada una de sus preguntas, podrá adquirir nuevos conocimientos sintiéndose cada vez más seguro de sí mismo.