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Cómo afrontar la inestabilidad económica familiar

octubre 23, 2020
Inestabilidad economica familiar

¿Cómo afrontar la inestabilidad económica en la familia? Esta es la pregunta que millones de personas se están planteando en este momento. La crisis mundial en el ámbito económico está obligando a la mayoría de las familias a vivir con menos dinero.

La repentina pérdida de ingresos genera mucho estrés, pero por más desalentador que parezca la inestabilidad económica, hay mucho que se puede hacer para manejar la situación hasta que la economía se recupere.

¿Qué se esconde detrás de estos problemas?

Los desastres naturales, los conflictos políticos y las guerras son otras de las causas que provocan un alza en los precios de la comida y los servicios, lo que, aunado a la pérdida del empleo o disminución del poder adquisitivo, generan un desequilibrio entre lo que se necesita y lo que se puede adquirir.

Se produce entonces un efecto cascada pues, al elevarse los precios del petróleo, los gastos del trasporte aumentan, haciendo que los alimentos y otros productos básicos sean más caros. Así, los establecimientos comerciales multiplican los precios de las mercancías que ofrecen al consumidor.

Por otro lado, las acreencias por conceptos hipotecarios deben seguir cancelándose cada mes aunque las cuotas se eleven. De lo contrario, las familias se arriesgan a perder la propiedad. Lo que no aumenta son los ingresos monetarios. Todo esto afecta la estabilidad familiar

Una economía difícil ¿cómo afecta a las familias?

Todas estas presiones generan cambios en la dinámica familiar y ponen a prueba las relaciones interpersonales. Pues la inestabilidad económica, el perder la capacidad de cubrir los gastos acostumbrados aumentan la ansiedad, el estrés, la pérdida de condiciones y comodidades.

Para algunos, los recortes económicos se reflejarán en la reducción de salidas para la recreación, pero para otros significará la paralización de estudios universitarios, la consecución de un segundo o tercer empleo y hasta mudarse a otra casa más pequeña.

Las discusiones familiares, los niveles de estrés, los momentos de frustración y tensión emocional caracterizan tanto a padres como a hijos. Sin embargo, pensar en cómo cooperar entre todos y conversarlo en familia será decisivo para enfrentar juntos la situación.

¿Qué puedes hacer para facilitar las cosas?

Las crisis económicas abren nuevas oportunidades para generar entradas de recursos. Solo es cuestión de comprender que hay que adaptarse al cambio. Mientras más pronto se acepte la nueva realidad, más rápido se encontrarán esas nuevas formas de emerger:

  • Simplificar la vida: Deshacerse de lo que ya no se usa puede propiciar una venta de garaje y, si además posee habilidades tecnológicas, vender los objetos de otros en subastas por internet puede ser una fuente de ingresos.
  • Conversar en familia: Hablar de la situación es lo mejor que pueden hacer. Se asegurarán de que todos comprendan los cambios que haya que hacer, cooperen como un equipo y entiendan que no están solos. Además, pueden generar ideas prácticas para avanzar en la misma dirección
  • Cultivar la paciencia: Ser paciente es un acto de madurez por parte de los jóvenes que comprenden que la situación mundial amerita que las familias tengan que hacer ajustes, aunque no todas al mismo nivel. Así que, no envidiar a los demás ni enojarse con los padres, será sabio
  • Lista de Prioridades: Escribir en una hoja las cosas más importantes que se necesitan y al lado las que se quieren. Valorar en una escala del 1 al 10, cuánto se necesitan o desean. Diseñar un plan para conseguir honradamente los recursos que hacen falta para ello.
  • Expresarse: Además de conversar con un familiar o un amigo maduro de confianza, es posible escribir o dibujar tanto las emociones negativas como las positivas, a fin de ordenar los pensamientos y desahogarse. Hasta se pueden componer canciones al respecto.

Un consejo sano e importante es tratar de identificar tres razones por las cuales estar agradecido cada día.

  • Ayudar a otros: Concentrarse en ayudar a los amigos hace que la persona se olvide un poco de sus problemas personales, aumenta la satisfacción de ser útil a los demás, aunque solo sea escuchándoles, y así se cultiva una mejor actitud para enfrentar su propia realidad.
  • Evitar excederse: Los jóvenes no son los responsables de solucionar los problemas económicos de las familias, solo pueden cooperar.
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